Tu volante: un nido de bacterias que no imaginas

¿Sabías que el volante de tu coche puede tener hasta 17 veces más bacterias que el asiento de un inodoro? ¡Así como lo lees! Este pequeño espacio, que tocamos constantemente, se convierte en una fuente de gérmenes y bacterias que pueden poner en riesgo nuestra salud.

¿Por qué el volante acumula tantas bacterias?

  • Uso constante: El volante es una superficie que se toca con frecuencia, tanto con las manos limpias como sucias.
  • Residuos de comida y bebida: Si comemos o bebemos en el coche, es probable que se derramen líquidos o migas que queden atrapadas en el volante.
  • Humedad: La humedad del ambiente o del sudor de las manos crea un ambiente ideal para la proliferación de bacterias.
  • Falta de limpieza: Si no se limpia con regularidad, el volante acumula polvo, suciedad y bacterias que se van multiplicando.

¿Qué riesgos conlleva tener un volante sucio?

Las bacterias presentes en el volante pueden causar:

  • Enfermedades gastrointestinales: Si no lavamos las manos después de conducir, podemos ingerir bacterias que causan diarrea, vómitos y otros síntomas gastrointestinales.
  • Infecciones respiratorias: Las bacterias pueden ser transportadas a las vías respiratorias y causar infecciones como resfriados, gripe o neumonía.
  • Infecciones de la piel: Si tenemos alguna herida o corte en las manos, las bacterias del volante pueden causar infecciones.

¿Cómo mantener tu volante limpio y libre de bacterias?

  • Limpia el volante al menos una vez a la semana: Usa un paño limpio y húmedo con un producto desinfectante.
  • Contrata un servicio de limpieza a domicilio como Plazy: Plazy ofrece un lavado sin agua y con productos especializados y biodegradables que aseguran la mejor limpieza y desinfección de cada zona del vehículo.
  • Lávate las manos con frecuencia: Es importante lavarse las manos antes y después de conducir, especialmente si se ha comido o bebido en el coche.

Siguiendo estos consejos, podrás mantener tu volante limpio y libre de bacterias, y así proteger tu salud y la de tu familia. Y recuerda: ¡Un volante limpio es un volante seguro!

Tu volante: un nido de bacterias que no imaginas